Hospital Privado

Se dice que como el mercado de la salud está "loco" porque cambia sin lógica, las empresas "cuerdas" no tienen en él cabida. Entonces ¿en qué medida justa deberemos enloquecer? Es obvio que no sería tolerable ni recomendable alienarse del todo y sufrir fuga de ideas como los bipolares en fase maníaca. Tampoco serviría el delirio místico o de grandeza, el narcisismo, la agresividad, las tendencias autodestructivas ni la apatía melancólica de la depresión o el bloqueo para aprender de los propios errores, que sufre el neurótico. Propongamos en lugar de "enloquecer" al ritmo del mercado una respuesta casi "cuerda" plantando una forma de empresa médica fundada en cuatro principios.

Objetivos: Estudiar las técnicas quirúrgicas para el tratamiento de la hipertensión renovascular con especial énfasis al autotrasplante renal. Material y Método: Se analizaron 24 pacientes sometidos a revascularización renal por hipertensión renovascular severa, rebelde al tratamiento médico. Se realizaron 26 procedimientos quirúrgicos. 54 % por ateroesclerosis, enfermedad fibromuscular 33.5 % y estenosis en la arteria renal post-trasplante 12.4 %. Se realizaron 9 by pass aortorrenales, 9 autotrasplantes renales, 3 anastomosis esplenorrenales, 2 endarterectomías y 3 procedimientos sobre la arteria renal de trasplante previo. Resultados: 24 procedimientos tuvieron mejoría clínica (81.8 %). En los autotrasplantes fueron exitosos en los 9 casos (100 %). Complicaciones precoces 2 pacientes: una oclusión de un puente aortorrenal, y una oclusión post-endarterectomía. Las tardías: uronefrosis leve en un autotrasplante, y dos pacientes con endarterectomía reestenosaron. Falleció un paciente con reemplazo aórtico abdominal y puente renal, por hemorragia. Conclusiones: Siendo la técnica de autotrasplante renal segura, efectiva, con poca morbimortalidad y excelentes resultados, se considera a la misma como alternativa válida para el tratamiento quirúrgico de la hipertensión renovascular.

Me indujo este comentario el desafortunado resultado del tratamiento de una paciente, de 60 años de edad. portadora de un quiste supraacetabular en cadera derecha con dolores episódicos, pero severos, referidos en la región glútea del mismo lado. Se la trató con curetaje y relleno con injerto óseo autógeno. La cadera, antes de la intervención, era absolutamente normal. El diagnóstico de quiste acetabular surgió de un estudio realizado con resonancia magnética. La consulta en el Dpto. de Ortopedia y Traumatología fue en febrero de 1995. El dolor mejoró por corto tiempo después de la intervención pero, ulteriormente y en corto lapso, desarrolló una bien definida artrosis con las mismas más intensas molestias que las anteriores y donde, sin lugar a dudas, se imponía una artroplastia de substitución. Ante tal situación, la paciente decidió hacer una consulta en un centro especializado en el extranjero donde se le expresó que el quiste coexistía con la artrosis y, por lo tanto, debió realizarse un reemplazo total de cadera. Esto creó insatisfacción con ella y sus familiares y, desde luego, la idea de un error terapéutico.

La depleción de las reservas calóricas y proteicas del organismo ocurre en pacientes con patologías agudas y/o crónicas que provocan hipermetabolismo. Ante esta situación, si el soporte nutricional no es el adecuado para mantener o revertir el estado nutricional y/o metabólico, pueden sobrevenir complicaciones que pongan en riesgo el éxito del tratamiento clínico y la sobrevida del paciente. En este trabajo se presentan 64 pacientes, que tuvieron como único soporte nutricional la infusión endovenosa de nutrientes. Fueron divididos en tres grupos según el tiempo que recibieron nutrición y cada uno de estos grupos en otros dos de acuerdo al porcentaje de los requerimientos calóricos aportados. Se analizó la evolución clínico-nutricional de los mismos a través de parámetros antropométricos, bioquímicos, inmunológicos y de dinámica nutricional. Se concluye que el soporte nutricional que cubre más del 70 % de los requerimientos posibilita, en pacientes normometabólicos desnutridos, la recuperación del estado nutricional normal y en pacientes con hipermetabolismo, aún no revirtiéndolo, se logra mejoría de los parámetros antropométricos y/o bioquímicos alterados. Esto fue observado en los tres grupos con distintos tiempos de soporte nutricional.

El objetivo de este trabajo es evaluar la utilidad de la radiografía de tórax como parte del estudio diagnóstico en lactantes febriles menores de 3 meses de edad. Se revisaron retrospectivamente las historias clínicas de todos los lactantes menores de 3 meses de edad ingresados a nuestra unidad, con el fin de estudiar la etiología de la fiebre, entre los años 1993 y 1994. Se analizaron 33 pacientes. De ellos 12/33 (46 %) presentaron signos y síntomas de compromiso respiratorio. Cinco de esos 12 (42 %) tuvieron radiografías con signos de neumopatía. Los 21 (64 %) restantes no presentaron alteraciones en la radiografía. Se llegó a la conclusión de que la indicación rutinaria de la radiografía de tórax para evaluar el origen de la fiebre en lactantes menores de 3 meses de edad. no sería necesaria en los que no presentan síntomas o signos clínicos de compromiso respiratorio.

Entre Enero de 1994 y Julio de 1996, 34 niños fueron sometidos a cirugía videoscópica. Las edades variaron entre 1 y 15 años con una media de 8 años. Con esta técnica se trataron patologías abdominales y torácicas. Las colecistectomías (9) y exploraciones testiculares (10), fueron los procedimientos más frecuentes en abdomen, mientras que el debridamiento o toilette pleural lo fue para el tórax. Las gonadectomías y masas quísticas de ovario, hígado o peritoneo fueron extirpadas con relativa facilidad y se presentan como muy atractivas al tratamiento por este método. La fundoplicatura, aunque sólo aplicada en un caso, es otro de los procedimientos que probablemente se impondrá en un futuro cercano. No hubo necesidad de conversiones a cielo abierto, y no se manifestaron complicaciones intra o posoperatorias excepto en un caso de debridamiento pleural, donde una sobreinfección prolongó la estadía hospitalaria.

Mujer de 54 años, portadora de una miocardiopatía restrictiva en clase funcional IV. Enfermedad avanzada con múltiples internaciones por edema agudo de pulmón y anasarca en los últimos meses. El 28-2-1996 se somete a trasplante cardíaco ortotópico sin complicaciones intraoperatorias. Es extubada a las 4 horas de su llegada a la unidad de terapia intensiva.