Hospital Privado

La práctica médica se ha inclinado en los últimos treinta años, demasiado fuertemente hacia la especialización, fragmentando el sistema de atención médica de manera exagerada. Las ventajas de contar con expertos y tecnología adecuada para determinadas patologías, frecuentemente determina que los pacientes no sean considerados como una totalidad, como un hombre enfermo, de quien la fuerte tendencia biologicista de la formación médica ha escindido lo familiar y lo social como componentes etiológicos de la enfermedad. Esta realidad se da de una manera desigual en los países de punta y en los atrasados. En los primeros porque a pesar de la universalidad de la cobertura asistencial se ha despersonalizado la asistencia médica, ingresando el enfermo en un mundo tecnológico que frecuentemente lo apabulla sin lograr saber qué parte juega él en el manejo de su salud, En los países atrasados o en los llamados en vías de desarrollo, existe una marcada inequidad en la posibilidad y calidad de la atención médica. En estos países los sectores mejor colocados de la sociedad acceden a niveles de atención de alta complejidad en sus propios países o viajando hacia las metrópolis médicas. Una gran parte de la población, mayor cuanto más subdesarrollado sea el país, sólo puede contar con una práctica médica dimensionada según "oferta" (es decir conveniencia de los profesionales de la Medicina) y no según "demanda" (es decir necesidades reales de la población), y otra no cuenta con ninguna.

Cuando hace más de cincuenta años nos iniciábamos en nuestras actividades tisiológicas, el hombre y la enfermedad tuberculosa, marchaban juntos por el mundo. Era tan grande su difusión, eran tan escasos los recursos para defenderse de ella y lo acompañaba al hombre desde los tiempos más remotos, que su presencia parecía natural y lógica. Convivía el hombre con ella y la aceptaba como un hecho natural. El gran escritor inglés Carlos Dickens, la describió con su magnífica prosa: "Una enfermedad en la cual la muerte asume el brillo y matiz de la vida, y la vida la forma desvaída y terrible de la muerte. Una enfermedad que nunca curó la medicina, que nunca desvió la riqueza; de quien nunca pudo la pobreza declararse libre; que a veces se mueve con pasos gigantes y a veces con un andar tranquilo, pero que, lenta o veloz es siempre segura y certera". En aquella, nuestra época inicial, hacerse cargo de la atención de un enfermo tuberculoso, implicaba una seria y dolorsa responsabilidad. El médico se identificaba con su paciente y en gran medida vivía sus problemas y su enfermedad.

La necesidad de facilitar el diagnóstico estimuló la búsqueda de medios sencillos en todas las disciplinas. En general, la facilidad estuvo directamente relacionada con las llamadas técnicas no invasivas o incruentas. Si bien obviamente no tienen la exactitud de las que miden el fenómeno en forma directa (técnicas invasivas o cruentas). constituyen un adelanto significativo. La cardiología, en constante desarrollo tecnológico, ha provisto numerosos métodos, algunos de los cuales emergen de trazados fonomecanocardiográficos y otros de los ecocardiográficos.

El carcinoma transicional de urotelio es una enfermedad multifocal que puede afectar cualquier segmento del aparato urinario. Se lo encuentra con mayor frecuencia en la vejiga (84% de los casos). Se estimó que murieron 11.000 personas con cáncer de vejiga en 1980 en U. S. A., y se diagnosticó en 35,000 personas, con una mayor incidencia en los hombres (1). Esta diferencia en la incidencia se explica por la mayor exposición a carcinogenéticos industriales, el ser fumador de cigarrillos y por último el uso concomitante de café y bebidas alcohólicas (4). En el momento de su diagnóstico la mayoría de los pacientes (75% a 80%), tienen enfermedad "localizada" superficial (estadio 0-A-B1), en un 10% tienen infiltración de la pared (estadio B2-C), y en un 5% tienen enfermedad generalizada con metástasis a ganglios linfáticos regionales y a distancia (estadio D1 y D2 respectivamente), (1, 3).

Niño de 7 años de edad con un síndrome de inmunodeficiencia con colangitis esclerosante primaria y síndrome de mala absorción, glomerulonefritis membranoproliferativa acompañados de fragmentación y calcificación de la lámina elástica interna, y proliferación de las capas íntimas en arterias de mediano calibre con oclusión de la luz vascular. Los vasos sanguíneos afectados, estaban predominantemente ubicados en timo, arterias coronarias, bazo, ganglios linfáticos y tracto intestinal. Todos los hallazgos morfológicos y bioquímicos son compatibles con la entidad individualizada como "Calcificación arterial idiopática de la infancia". Se arribó a dicho diagnóstico mediante los estudios post-mortem, siendo excepciones los casos que se diagnostican durante la vida (6).

Hemos querido estudiar un grupo de nuestros enfermos polínicos con tratamiento específico, para saber si en ellos, usando antígenos naturales en forma de extractos acuosos ('), conseguimos modificar los niveles de lgE sérica total, y comparar nuestra experiencia con la de autores que se han ocupado antes del tema.

El Lupus Eritematoso Sistémico (LES) es una enfermedad difícil de evaluar a causa de su cronicidad, fluctuaciones de remisiones y recaídas, y por su carácter multisistémico. Esto motivó que se analizara la experiencia sobre la enfermedad, reuniendo los casos vistos desde 1960 hasta diciembre de 1978, en el Hospital Privado, Córdoba, Argentina. El estudio fue retrospectivo, pero los criterios de investigación y tratamiento han sido uniformes, debido a que la mayoría de los pacientes, fueron vistos por el mismo grupo médico. Se puso especial énfasis en comparar estos resultados con los de grandes series publicadas en la literatura médica (Harvey y col., año 1954; Dubois y col., año 1974; Fries y Holman, año 1975; Lee y col., año 1977; Grigor y col., año 1978).

La elaboración de este plan, es el resultado de muchos años transcurridos en el Departamento de Terapia Física, que demandó toda nuestra inquietud, estudios y la experiencia que fuimos adquiriendo en la atención y tratamiento del paciente parapléjico. Nuestra labor no ha sido aislada, sino por el contrario, somos parte de un equipo multidisciplinario sin el cual el tratamiento al parapléjico se convierte en una tarea prácticamente imposible. Cada miembro en particular y todos unidos en un mismo fin: la rehabilitación del enfermo parapléjico.